La estantería
No quiero mirarme
más
en el pasado.
No quiero girar
más
mi cabeza
y encontrarte.
Porque siempre me detienes
y así no evoluciono.
Quiero andar,
cortar la hierba con mis talones.
Desgastar el suelo.
Sobrevolar por encima
de los rascacielos,
aplastar los muros.
Que no haya nada
que me anteponga,
que me detenga,
que me haga retroceder.
El pasado ya no existe.
Deseo el presente,
el futuro,
que pasen por encima de mi
cien años
y que yo cumpla ciento treinta y cuatro,
y ser un fósil
y que me proteja la tierra
y que,
un día,
cuando estés jugando
en el césped de tu casa
me encuentres
y me conserves,
para siempre,
en la estantería de tu habitación.