Julián

Sólo tengo 8 minutos para escribir.

Abro la cartera para ver si tengo
un euro y veinte céntimos 
para el café de mañana.

Saco una montaña de cabezas cortadas
en papel fotográfico.
Fotos carnet que acaban en galería
envuelta por un forro transparente.

Mi hermano.
Lo convoco, lo apellido, lo bautizo.
Julián.
Como mi padre.

SANGRE.

La fragmento. 
La rompo.
La reparto.
La (com)parto.

S-A-N-G-R-E

La divido.
Creo la trayectoria de la palabra.
El camino.

Miro la foto de mi hermano
y me (re)parto.
Me separo y quiero volver al origen.
A la sangre.

Me corto la mano con el volante
del coche 
y la saco por la ventana
para que el aire se muera,
se choque 
y se instale en ella.

Seque la herida.

Las gotas de sangre
trazan una línea,
como si no quisiera (la sangre)
olvidar el camino.

Las gotas de sangre,
como trozos de pan
para no olvidarse del otro,
del centro,
y encontrar el camino de vuelta.

El origen.

133 kilómetros de distancia.
El asfalto como tejido
de un trayecto que repito.

Saco una montaña de cabezas cortadas
en papel fotográfico.
Fotos carnet que acaban en galería
envuelta por un forro transparente.

Mi hermano.
Lo convoco, lo apellido, lo bautizo.
Julián.
Como mi padre.

SANGRE.

La fragmento. 
La rompo.
La reparto.
La (com)parto.

S-A-N-G-R-E

La divido.
Creo la trayectoria de la palabra.
La recorro.
(La) Conduzco.

Mirar a otro  que no eres tú
y verte
reconocido.
¿Eso es la sangre?