La navaja (Julio de 2013)
Domingo.
Café manchado con churros.
Mini ruta en bici de 16 km por el Río Palmones, como el Nilo, con mayúsculas.
En compañía de mi compañero de piso e Iván Sanjuán, el que fue mi pareja durante casi 10 años,
aunque no me gusta hablar en pasado, eso es cosa de muertos y, a pesar de todo, seguimos vivos.
Me siento viva, sobre el mundo, no bajo él. Iván es un tercio de mi vida. Como un caballo, símbolo
del destino, de la vida, del aire, del tiempo. Lleno de tatuajes, tiene sobre su pecho una fecha in-
vertida, en escritura especular o en espejo, como solía hacer Leonardo da Vinci en algunas de sus
anotaciones, como si intentase ocultar un secreto o para que nadie sepa su significado. Debajo de
la fecha, una mano con una navaja...... -Nunca le des a nadie el derecho de hacerte daño- El dolor
desaparece pero quedan las heridas y estas tardan en cicatrizar.
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