Mi alimento

Estaba soñando.

Me encontraba dividida.

Cenitál,
mi espíritu volaba
por la habitación.

Yo,
física,
mortal.

Vencible.

Tumbada en la cama,
desnuda,
con los ojos cerrados
para no ver la luz
que da forma a las esquinas.

Aquella luz que creó espacio,
geometría.

G
   r 
     a
       v
         e
           d 
             a
                d.

No quería ver(te).
Por eso cerré los ojos.

Empezó la guerra.

La luz entró de nuevo
y le dio forma al dormitorio.

Las esquinas volvieron a ser esquinas.

El escritorio volvió a su sitio,
la paredes se levantaron.

El volumen gobernó
y te volví a recordar.

La luz creó, de nuevo, 
el espacio que fue nuestro.

Dentro estabas tú.

Oigo tu voz.
Mi alimento.

Y, como una granada,
cae 
y revienta los objetos de cristal.

Los pedazos llegan hasta mi.
Se clavan por todo el cuerpo.

Asaeteada,
herida,
rota,
d-i-v-i-d-i-d-a.

Destrozada.